17 de noviembre de 2007

Gotas

hacía días que no se miraban, cuando uno cruzaba frente al otro, este simplemente nublaba la vista. Las palabras que se dirigían al contrario de cortar el hielo lo potenciaban, no por estar cargadas de bronca (eso habría ayudado) sino por estar cargadas de neutralidad.
La ultima vez que se gritaron fue después de que ella chocara en el estacionamiento del shopping.
La ultima vez que se besaron fue la misma noche.
La rutina se fue encargando de limpiar cuidadosamente toda expresión de vitalidad, y ellos se dejaron envejecer. Los años los atropellaron sin respeto ni dificultad. Lo que quedaba ahora era esa compota, una broma grotesca.

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